domingo, diciembre 30, 2007

ETERNIDADES

Vino primero pura,
vestida de inocencia;
y la amé como un niño.
Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes;
y la fui odiando sin saberlo.
Llegó a ser una reina
fastuosa de tesoros...
¡Qué iracundia de hiel
y sin sentido!
Más se fue desnudando
y yo le sonreía.
Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Y se quitó la túnica y
apareció desnuda toda.
¡Oh pasión de mi vida,
poesía desnuda,
mía para siempre!

Juan Ramón Jiménez

2 comentarios:

Pepe dijo...

Bonito poema de J.R. Jiménez, Feliz Año Nuevo.

CalidaSirena dijo...

Te encontré por casualidad y me gustó lo que descubrí en tu blog, seguiré visitandote para leerte. Un besito cálido