muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.
Fui solo como un túnel.
De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba
su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco,
como una piedra en mi honda.
Pero cae la hora de la venganza,
y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo,
de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho!
Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis!
Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía,
persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite,
mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.
Pablo Neruda
2 comentarios:
como me gusta Neruda y que bien acompañas los textos con las fotografias
sigue asi.
si te quieres dar una vuelta por mi casa aqui te espero
que me gusta entrar en tu página
te gustan las mismas personas que a mi y en cima con esas fotografias tan hermosas.
gracias por estar alli
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