NADA
Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.
José Hierro
2 comentarios:
Hola.
Me alegro de haber encontrado tu blog.
Me encanta la energía que desprende.
Me uno al grupo de tus seguidores.
Me encantaría que visitases mi blog
http://laceremoniadeladios.blogspot.com/
Saludos.
Es que somos como este precioso poema, Nada, entonces llegaremos a ser TODO.
Un abrazo
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