Tanto mundo que he visto, todo el cielo,
ahora cuando estoy solo no me basta
para mi vida ni para mi sueño.
Y sin embargo, cuando estoy contigo,
a flor de esa imprecisa superficie que es el tiempo pasado,
un anhelo cortándome las alas
reduce los lejanos horizontes
a un pequeño cristal pronto a perderse
como la sal en el profundo olvido.
Junto a ti, frente al mar, nada recuerdo
y dan la luz y el aire molde cóncavo
a mi presente, a la inmutable y firme
roca de amor.
Que nadie nunca diga:
«Ayer la vi» o «la veré mañana».
Manuel Altolaguirre
1 comentario:
A lo orilla de cualquier mar fluyen más los recuerdos y los sentimientos...Un saludo
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