Amiga, sola amiga, perfume, flor primera,
¡no es verdad tanto olvido cayendo en primavera!
No es verdad la ceniza, ni el hielo, ni la noche:
¡te amo, collar de besos, paloma, cielo inmóvil!
Amiga, sola amiga, cascada, luz de silbo, ¿quién despliega tus alas las tardes de domingo? ¿Dónde resuenas y ardes, amiga, dónde sueñas? ¿Cuándo huyó de mi vida tu amor de pan y llanto?
Amiga, sola amiga, ramo de abejas, brasa,
¡cómo te nombro ahora y me repica
sobre la vastedad del corazón tu gracia!
Por ti las aguas puras, las madrugadas hondas,
el sol duro.
Por ti la voz huida, la paz amenazada,
el día en luto.
Por ti la rosa umbral, la empuñadura
de esmalte solitario.
Amiga, ¡no me olvides!
Amiga, ¡no te vayas!
Púlsame con tu espada de aire lejos,
táctame con tus yemas enlunadas,
abrévame la gota de cicuta,
alhájame los ojos de cizaña,
túmbame en tu agua de vihuelas lúgubres,
derrúmbame salobre entre las algas.
Rásgame, ciégame, múdame, gotea ,
que tengo nieve y cal bajo la lengua,
que llora un mirlo gris en mis entrañas,
que aúlla el viento Sur en la tiniebla.
Que hoy día te amo tanto
y tanto y tanto te amaré por siempre,
que por ti sola voy gritando adentro,
adentro de mi adentro más adentro,
¡amiga, te amo, te amo, te amo!
Fernando González-Urízar
fragmento
No hay comentarios:
Publicar un comentario