Mi dolor es pequeño, pero aun así bendigo este dolor, que es como no soñar después de un sueño, o es como abrir un libro y encontrar una flor.
Déjame que bendiga mi pequeño dolor, que no sabe crecer como la espiga, porque la espiga crece sin amor.
Y déjame cuidar como una rosa este dolor que nace porque sí, este dolor pequeño, que es la única cosa que me queda de ti.
José Angel Buesa
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