Nos hemos bruscamente desprendido y nos hemos quedado con las manos vacías, como si una guirnalda se nos hubiese ido de las manos; con los ojos al suelo, como viendo un cristal hecho pedazos: el cristal de la copa en que bebimos un vino tierno y pálido....
Como si nos hubiéramos perdido,nuestros brazos se buscan en la sombra... ¡Sin embargo, ya no nos encontramos! En la alcoba profunda podríamos andar meses y años, en pos uno del otro, sin hallarnos....
JAIME TORRES