martes, junio 19, 2007

ESTADO DE ANIMO

A veces me siento
como un aguila en el aire
(de una canción de Pablo Milanés)
Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas
unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo azul
pero lejano a veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces
un árbol con las últimas hojas
pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde inmóvil
y paciente conforme
con sus algas
sus musgos
y sus peces
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires
te mires al mirarme.

viernes, junio 08, 2007

CARMEN DEL ÉXTASIS

Distraída del mundo; más, lejana
como un vuelo de pájaros,
tú existes donde el silencio empieza,
donde el alma.
Donde las avenidas, misteriosas
de árboles altos y de sombra extraña
nos llevan a la pena más hermosa;
donde la noche llora, constelada
frente a sí misma, porque todo es poco,
porque los mundos brillan en la nada
,como nosotros, donde la belleza
suspende el tiempo;
donde canta mi voz más sola;
en mi reducto último,
allí estás tú, silencio, alma.
Alza los ojos, tienes la cabeza
de una imposible luz aureolada;
quieres, querrías, pero no te sientes,
porqué eres sólo noche, noche clara.
¡Ah, dame ese silencio,
rompe esta belleza que nos mata!
Y en tu infinita noche,
álcese un viento dulce,
despertando ramas.
Eugenio de Nora

jueves, junio 07, 2007

¿DONDE ESTAS, AMADA MIA?

¿Dónde estás amada mía?
¿Dónde debo satisfacer mis deseos?
si te has ido
y me abandonas y me dejas vacío.
¿Dónde puede recoger tu último beso?
Dónde embriagarme de tus aromas
si ya no yaces en mi lecho
y la sábanas lloran
de desconsuelo.
José Ramón Varela

miércoles, junio 06, 2007

BRINDO POR EL VIENTO

Brindo por el viento,
Por todos los vientos.
Por los que tienen nombres de geografías
y por las sencillas brisas venidas,
de Dios sabe donde.
Por las locas ráfagas que hacen señales.
Atándose a las caricias.
Brindo, con mi copa transparente
Por todas las corrientes que desordenan tu pelo,
y lo recogen,
y lo mecen tras tu cara encendida

Me gustan tus manos, tus dedos oscuros

coronados por la nieve de tus uñas,

Cuando en el arrullo del viento,

tejen cada racimo de tu pelo

porque entonces cae de tu cara

el semillero de tu última risa

sábado, junio 02, 2007

DESNUDATE

Desnúdate a la luz, tan lentamente,
que mi deseo intente espolearte,
y al semidescubrirme cada parte
deba frenar el ímpetu impaciente.
Es cada pliegue un diablo irreverente
que descubre y encubre, sin mostrarte
en tu esplendor total, y he de gozarte
en pausado proceso intermitente.