... si me vinieras a buscar...
... si mi orilla y mi puerto fueran tu destino...
Izaría banderas de gloria, para recibir el regalo que me haces, eligiéndome.
La hospitalaria arena de mi playa, estaría bien tibia de sol, para que te fuese a influir, al pisarla, y que mi calor de bienvenida te suba hasta llegarte directo al corazón. Hasta los juncos se mecen para acariciar el aire que nos circunda y las flores hacen el momento más encendido y exhalan los aromas más exquisitos al viento para el momento que desembarques.
Vas a encontrar, galerías de poesías y pensamientos, que invente todo este tiempo para vos, y por fin llegó el día.
No me preguntes nada, por que tampoco te voy a preguntar. Hay alguna razón, aunque sea, mínima, para empañar este sublime momento?
Imaginémonos que nos cuidan nuestros ángeles iluminados... que ellos se encarguen. no disipemos ni un segundo nuestro júbilo.
Te imaginé de mil maneras diferentes, pero nunca así, con esa mirada que promete que el sol va a calentar más, que las noches van a ser más largas y que de ahora en adelante, los atardeceres van a marcar el preludio de un tiempo de sosiego y hermosa locura, acariciados por la luna que nos va a acompañar al bañar con su luz nuestro lecho, complaciente y embriagado de amor.
...ya estas llegando! Ya va a ser realidad el momento mágico de recibirte, y, ahí, al tocarnos las manos por primera vez, vamos a volar mucho mas allá que lo que nuestras ambiciones imaginaron, y el silencio que va a vestir nuestra escena, nunca más se va a escuchar tan fuerte ni tan brillante...
... bienvenida, amor de mi vida..
Luis Enrique Introna
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