en ti me quedo,
paseo largamente tus brazos y tus piernas,
asciendo hasta tu boca, me asomo
al borde de tus ojos,
doy la vuelta a tu cuello,
desciendo por tu espalda,
cambio de ruta para recorrer tus caderas,
vuelvo a empezar de nuevo,
descanso en tu costado,
miro pasar las nubes sobre tus labios rojos,
digo adiós a los pájaros que cruzan por tu frente,
y si cierras los ojos cierro también los míos,
y me duermo a tu sombra como si siempre fuera
verano,
amor,
pensando vagamenteen el mundo inquietante
que se extiende -imposible- detrás de tu sonrisa.
Angel González
2 comentarios:
Recorrido perfecto por el edén de su cuerpo.
Me encanta Ángel González... pero el poema en su conjunto es grande... No sé por qué sólo pones la estrofa final... ¿por qué es la más romántica? Tal vez... pero cada uno de los versos de ese poema son magia hecha palabras...
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