jueves, agosto 31, 2006

TANTO MUNDO QUE HE VISTO...

Tanto mundo que he visto, todo el cielo,
ahora cuando estoy solo no me basta
para mi vida ni para mi sueño.
Y sin embargo, cuando estoy contigo,
a flor de esa imprecisa superficie que es el tiempo pasado,
un anhelo cortándome las alas
reduce los lejanos horizontes
a un pequeño cristal pronto a perderse
como la sal en el profundo olvido.
Junto a ti, frente al mar, nada recuerdo
y dan la luz y el aire molde cóncavo
a mi presente, a la inmutable y firme
roca de amor.
Que nadie nunca diga:
«Ayer la vi» o «la veré mañana».
Manuel Altolaguirre

lunes, agosto 28, 2006

UN DIA COMO OTROS

Vamos a contar los minutos
los segundos
los granos de arena
Te voy a estar esperando
o me vas a estar esperando
siempre esperanzados
de poder cruzarnos un instante
en este devenir constante
hacia dios o hacia ti
ya que todo es él
Seguro que hoy tampoco vamos a dormir juntos
hacer planes para mañana
o el año que viene
abrazados en la intimidad del roce
Nos vamos a cruzar en la noche del afecto
como dos trenes miopes
que no ven claro el derrotero
pese a los fanales
las vías
los guardabarreras
que indican un presunto destino
Pero mañana
por favor
hagamos planes para otra vida
donde seamos más que dos que se buscan
y hacen del tiempo un ritual de amor
un recorrido a oscuras hacia el otro Juan Daniel Perrotta

sábado, agosto 26, 2006

NÓMBRAME

Lleno de tiempo, corazón,
milenios
brotan de ti.
Arbol para morir
tan cielo adentro,
para soñar un mar, una llanura,
un monte solo y alto.
Nómbrame, dulce,
nómbrame y apágame
este silencio ardiente que me cruza. Vuélveme atrás:
soy mudo, sordo, ciego,
eterno.
Fernando González-Urízar

jueves, agosto 24, 2006

DEJAS QUE TE PIENSE

¡Cómo me dejas que te pienses! Pensar en ti no lo hago sólo, yo. Pensar en ti es tenerte, como el desnudo cuerpo ante los besos, toda ante mí, entregada. Siento cómo te das a mi memoria, cómo te rindes al pensar ardiente, tu gran consentimiento en la distancia. Y más que consentir más que entregarte, me ayudas, vienes hasta mí, me enseñas recuerdos en escorzo, me haces señas con las delicias, vivas, del pasado, invitándome. Me dices desde allá que hagamos lo que quiero-unirnos- al pensarte. Y entramos por el beso que me abres, y pensamos en ti, los dos, yo sólo. Pedro Salinas

miércoles, agosto 23, 2006

AMIGA

Amiga, sola amiga, perfume, flor primera, ¡no es verdad tanto olvido cayendo en primavera! No es verdad la ceniza, ni el hielo, ni la noche: ¡te amo, collar de besos, paloma, cielo inmóvil!

Amiga, sola amiga, cascada, luz de silbo, ¿quién despliega tus alas las tardes de domingo? ¿Dónde resuenas y ardes, amiga, dónde sueñas? ¿Cuándo huyó de mi vida tu amor de pan y llanto?
Amiga, sola amiga, ramo de abejas, brasa, ¡cómo te nombro ahora y me repica sobre la vastedad del corazón tu gracia!
Por ti las aguas puras, las madrugadas hondas, el sol duro. Por ti la voz huida, la paz amenazada, el día en luto. Por ti la rosa umbral, la empuñadura de esmalte solitario.
Amiga, ¡no me olvides! Amiga, ¡no te vayas! Púlsame con tu espada de aire lejos, táctame con tus yemas enlunadas, abrévame la gota de cicuta, alhájame los ojos de cizaña, túmbame en tu agua de vihuelas lúgubres, derrúmbame salobre entre las algas. Rásgame, ciégame, múdame, gotea , que tengo nieve y cal bajo la lengua, que llora un mirlo gris en mis entrañas, que aúlla el viento Sur en la tiniebla. Que hoy día te amo tanto y tanto y tanto te amaré por siempre, que por ti sola voy gritando adentro, adentro de mi adentro más adentro, ¡amiga, te amo, te amo, te amo! Fernando González-Urízar fragmento

martes, agosto 22, 2006

EL AMOR -III-

Mujer: crecemos, nos desesperamos creciendo,
oscuros, sin infancia, cada vez, más oscuros,
hacia el único origen inminente
donde renaceremos, donde tú
renacerás para mí sólo.
Para mí, para nadie
más que para mis besos, para mis treinta bocas,
para mi torbellino donde aprendiste un día
a caer velozmente como una estrella errante:
mujer, estrella mía, velozmente.
No me obstino en tocarte por sólo enardecerte.
Tengo experiencia: te amo.
Tengo violencia: te amo todavía más hondo,
todavía más lejos que todos los delirios
y, como ellos, te cobro posesión implacable.
Oh flor única: nadie
vio con tu naturaleza la libertad del día
como yo vi.
Ninguno
te supo descifrar, apacible corola,
maternidad profunda. Madre del hombre, madre de los sueños del hombre,
poseída, preñada por el furor del hombre,
por la inocencia, por el desamparo
del hombre.
Mujer, el tiempo pasa. Yo soy hombre. Tú
eres una mujer, La poesía
es nuestra sangre. Todo
lo que pueda decirse de nosotros es eso,
y algo más que es inútil repetirlo.
Gonzalo Rojas

jueves, agosto 17, 2006

NO ESTES LEJOS

No estés lejos de mí un sólo día, porque cómo,
porque, no sé decírtelo, es largo el día,
y te estaré esperando como en las estaciones
cuando en alguna parte se durmieron los trenes.
No te vayas por una hora porque entonces
en esa hora se juntan las gotas del desvelo
y tal vez todo el humo que anda buscando casa
venga a matar aún mi corazón perdido.
Ay que no se quebrante tu silueta en la arena,
ay que no vuelen tus párpados en la ausencia:
no te vayas por un minuto, bienamada, porque en ese minuto te habrás ido tan lejos
que yo cruzaré toda la tierra preguntando
si volverás o si me dejarás muriendo.
Pablo Neruda

sábado, agosto 12, 2006

DE LA POESIA

Eres sencillamente
luz proletaria
sal
pan
vida
impulso inicial
de todo movimiento.

jueves, agosto 10, 2006

LA ESTACION PERENNE

Tu cuerpo desnudo brilla bajo los relámpagos
como antes bajo mis manos.
Todas las estaciones están en tu cuerpo.
La primavera comienza su esplendor en tu abrazo
y concluye en tu boca entreabierta, exultante.
Todos los ríos del mundo están en tu cuerpo,
confluyen en ti en el momento
en que el animal más bello del bosque
-el ciervo, por ejemplo-
bebe de ti y se contempla.
Tu piel es de límite del fuego
donde se refugia el ardor del verano.
Rojas llamas te inundan.
Se mezclan los elementos y tu cuerpo se curva,
hay más aire en tu boca y mi cuerpo sediento
busca en ti salida, la libertad, los deseos.
Se anudan en ti los olivos del mundo
y ardes como una lámpara.
Somos un cuerpo sólo luchando contra la muerte.
El otoño se riega en tu cuerpo
como vino rojo en la mesa.
Tus muslos descansan en el borde del mundo.
Vuela una paloma de tu pecho a mis manos.
Después miramos los dos, de alegría cansados,
como a chimenea en invierno, el fuego pasado
y tu piel que brilla bajo los relámpagos.
Eduardo Cote Lamus

lunes, agosto 07, 2006

SOLEDAD SIN OLVIDO

¡Qué pena ésta de hoy!
Haberlo dicho todo,
volcando por completo
lo que pesaba tanto,
y ver luego que todo
se queda siempre dentro,
que las palabras fueron
espejos engañosos,
cristales habitados
por fantasmas sin vida;
que todo queda dentro
con sus negras presencias,
insistentes, doliendo.
Manuel Altolaguirre

domingo, agosto 06, 2006

CONOZCO DE TI

YO conozco
De ti
Lo mejor
Tu conoces
De mí
He aquí que te he amado
A través
Del bello tiempo. Y a través
Del peor
Y jamás
Con el sueño
Sino con el amor